Tener
una vajilla es constituye, en principio, un bien utilitario: necesitamos platos
y utensilios para posar la comida y finalmente comer de la manera en la que los
occidentales acostumbramos.
Pero,
más allá del sentido utilitario, una vajilla puede volverse un artículo que
atesora los momentos especiales que hemos compartido con familia y amigos en
torno a la mesa y disfrutando de una comida deliciosa.
Todos
conocemos a esa abuelita o madre dedicada que tiene una vajilla especial para
cada ocasión: la de los cumpleaños; la de la cena de nochebuena en navidad o
año nuevo; la de las fechas patrias… Y son justamente esas comidas las que
recordamos con especial cariño.
Tener
una vajilla que esté a la altura de esos momentos es invaluable, puesto que no sólo
hará de poner la mesa todo un placer, sino que será la puesta en escena más
apropiada para los elaborados platillos que has preparado con tanta dedicación
y esmero.
La
vajilla San Telmo es un homenaje a esa hermosa tradición de comer en la mesa
rodeado de seres queridos y envolver tus recetas de una vajilla que podría ser
por sí misma una obra de arte. Por lo que comer será una experiencia sensorial
donde la vista y el gusto serán complacidos.
Y es
que a quién no le gusta presentar sus platillos en una escena romántica, con
paisajes palaciegos de fondo en el color azul cobalto que caracteriza a la
hermosa vajilla San Telmo y que le dan ese aire de sofisticación a cualquier
reunión.
Con
veinticuatro platos llanos, doce platos hondos, doce platos de postre, una
sopera, una salsera con rabanera, una fuente grande y una fuente mediana, estamos seguros de que
no te faltará nada para ofrecer la mejor cena a tus invitados y, por supuesto,
convertir ese evento en un momento memorable.
La
hechura artesanal de la vajilla San Telmo garantizan la mejor calidad para que
no temas usarla. Tú escoges si guardarla para las ocasiones especiales, pero en
caso de que seas de los que piensan que todos los días son una ocasión
especial, de seguro la vajilla San Telmo resistirá el uso frecuente y te hará
sentir en un jardín del siglo XIX todos los días.
Por
supuesto que la vajilla San Telmo es mucho más que un juego de platos; es la
mejor manera de conseguir la armonía y elegancia que necesitas cuando pones la
mesa y quieres que tanto tú como tus invitados se sientan agasajados.