viernes, 22 de febrero de 2019

Una vajilla es más que un juego de platos



Tener una vajilla es constituye, en principio, un bien utilitario: necesitamos platos y utensilios para posar la comida y finalmente comer de la manera en la que los occidentales acostumbramos.
Pero, más allá del sentido utilitario, una vajilla puede volverse un artículo que atesora los momentos especiales que hemos compartido con familia y amigos en torno a la mesa y disfrutando de una comida deliciosa.
Todos conocemos a esa abuelita o madre dedicada que tiene una vajilla especial para cada ocasión: la de los cumpleaños; la de la cena de nochebuena en navidad o año nuevo; la de las fechas patrias… Y son justamente esas comidas las que recordamos con especial cariño.

Tener una vajilla que esté a la altura de esos momentos es invaluable, puesto que no sólo hará de poner la mesa todo un placer, sino que será la puesta en escena más apropiada para los elaborados platillos que has preparado con tanta dedicación y esmero.
La vajilla San Telmo es un homenaje a esa hermosa tradición de comer en la mesa rodeado de seres queridos y envolver tus recetas de una vajilla que podría ser por sí misma una obra de arte. Por lo que comer será una experiencia sensorial donde la vista y el gusto serán complacidos.
Y es que a quién no le gusta presentar sus platillos en una escena romántica, con paisajes palaciegos de fondo en el color azul cobalto que caracteriza a la hermosa vajilla San Telmo y que le dan ese aire de sofisticación a cualquier reunión.
Con veinticuatro platos llanos, doce platos hondos, doce platos de postre, una sopera, una salsera con rabanera, una fuente grande  y una fuente mediana, estamos seguros de que no te faltará nada para ofrecer la mejor cena a tus invitados y, por supuesto, convertir ese evento en un momento memorable.
La hechura artesanal de la vajilla San Telmo garantizan la mejor calidad para que no temas usarla. Tú escoges si guardarla para las ocasiones especiales, pero en caso de que seas de los que piensan que todos los días son una ocasión especial, de seguro la vajilla San Telmo resistirá el uso frecuente y te hará sentir en un jardín del siglo XIX todos los días.
Por supuesto que la vajilla San Telmo es mucho más que un juego de platos; es la mejor manera de conseguir la armonía y elegancia que necesitas cuando pones la mesa y quieres que tanto tú como tus invitados se sientan agasajados.